Haz que vuelva el soñador

Mueres en actitud de burla
mientras una mariposa parpadea
en unánime temblor de las huestes celestiales.
Eres la falsa voz del armisticio
en el que tú te mueves.
Hombre de nadie, amante del mundo
el sueño de una noche que muere para siempre.

Eres sombra en la oscuridad
ligero brote de la exhausta primavera
un cúmulo de nieve hecho témpano de hielo.
Deja al corazón que empiece de nuevo
haz que vuelva el soñador de su falta de sueños
del lugar donde habitan espíritus deformes
donde solo existe la muerte, la maldad y el reproche.

Despójate lentamente de recelos y dudas
camina bajo la lluvia, manteen tu sombra limpia,
no te escondas detrás de la desnudez.
Sujétame con fuerza, cuando las luciérnagas brillan,
arrástrame con tu poesía para asumirme en su gozo
deja que tu mente entre en mi en este sueño,
háblame con tu verdad al filo de la noche
y en eterno beso quédate para siempre.



Sneyder C.
Pintura: Gustav Clin