Siguiendo con mis apuntes de viajes... y terminadas las vacaciones, una breve estampa de mi viaje a la Selva Negra.
La ciudad de Friburgo, nos recibe con su ajetreo diario y bullicioso, al pasear por el casco antiguo con sus sinuosas Gässle (callejuelas) e idílicos patios interiores que sorprende a propios y extraños con maravillosos hallazgos, tabernas y restaurantes que invitan a hacer un alto en el camino.
Otro lugar de atención son los (riachuelos, pequeñas corrientes de agua en cauces de piedra que serpentean por calles y callejuelas, lugar de juego de niños con sus pequeños barquitos que silenciosos navegan para después del ajetreo de la ciudad sumergir los cansados pies en el agua fresca que cantarina corretea.
Hay tantas ciudades llenas de romanticismo, de calles empedradas llenas de misterio para pasear y "perderse" por ellas, entre fachadas y ventanas cuviertas de flores compitiendo en color y belleza.
Y tantas otras ciudades como Baden Baden, elegante ciudad famosa por sus termas, magníficos jardines junto a su célebre casino y el “Festspielhaus” dedicado a conciertos y opera. Emmendingen, arte, cultura, en esta típica ciudad con encanto al sur de la Selva Negra rodeada de soleados viñedos que invitan a hacer rutas maravillosas.
He sentido la magia al pasear por la Schwarzwald (Selva Negra) de recorrer sus montañas y valles, adentrándome en el corazón de la Alemania más tradicional y romántica, entre árboles milenarios, que hacen de la oscuridad su cuadro natural, sus bosques de amplias tonalidades, de los gigantes abetos, de cascadas y lagos, de misteriosos bosques plagados de leyendas donde esperas ver aparecer un Gnomo bajo el enorme tronco centenario. Dice la mitología que son genios elementales de la tierra, que moran en las entrañas de ella trabajando en las minas, custodiando metales y piedras preciosas.
Es una de las regiones más pintorescas de Alemania, incluso en la forma de ver la vida que tienen los alemanes, de este lugar se basan cientos de cuentos que tantas veces hemos oído de pequeños antes de ir a dormir.
Sneyder Caty.
Pintura: Max Liebermann -
Fotos: Caty- Friburgo - Baden Baden