En la quietud de la noche,
escribo versos
que fluyen como ríos de estrellas,
reflejando en tinta
lo que el corazón siente en cada palabra.
Un suspiro del alma acaricia mis sueños,
la luna, testigo de mis confesiones,
ilumina el camino de mis pensamientos,
en su luz hallo consuelo y guía,
en su silencio, la voz de la poesía.
El tiempo, ese eterno danzante,
nos enseña con su paso constante,
que cada momento es un tesoro,
y en cada recuerdo, vivo
Así, entre sombras y luces danzo
en la noche como mi eterno lienzo,
pintando sueños, borrando dolores,
en el arte de vivir, encontrando colores
sensaciones, emociones…
Dejamos huellas por donde transitamos.
Sneyder C. 28 abril 2024