Asoma un rayo de esperanza y quiero salir a su encuentro
que me hace amar y también olvidar el dolor…
El preludio de muerte que quiso llegar apagando mi risa
sin un despertar
igual que llego se quiso marchar, dejando un reguero de niebla
y llanto al pasar…
El cielo se abrió al verla llegar, sonaron trompetas,
y en ese tronar la muerte al acecho que estaba,
recogió su daga y presurosa marcho a otro lugar
mis ojos cansados supieron lo que era llorar.
En la penumbra mis lágrimas eran como ríos brotando sin par,
en silencios que querían rechazar la ausencia, la soledad,
…Si partes… No sé donde ir…Mi vida vacía se queda sin ti.
Desde mi interior surgían pequeños destellos de esperanza
queriendo desterrar el amargo sufrimiento
dolor profundo que agoniza los sentidos,
infierno lacerante de agonía interminable
que espera ver el cielo, larga y dura distancia que recorrer
…Que el reloj no se pare…
Volaron las penumbras, se mitigo mi dolor
mis trémulas manos te acarician, el sol volvió a en mi mundo a brillar,
tejiendo los sueños, hilvanando lo roto… Haciéndolo nuevo
creando ilusiones frente a frente como un espejo,
con destellos de amor alejando los miedos….
Sinfonía de palabras estallaban, mientras mis pupilas
con mirada alegre en suave susurro repiten te amo…
Mi corazón navega hasta tu orilla en busca de tu sonrisa,
el viento volvió agitado para despertarte y en caricia se poso
como un suave beso que de nuevo retorna con energía
con amaneceres colmados de gozos para pintar una nueva vida.
La escarcha se evaporo, formando hilera de sueños
pintando un arcoíris muy dentro del corazón.
No soy igual que ayer la vida se ve distinta… Se valora
y en este nuevo despertar… Siempre tú y yo…
Sneyder C.©
Pintura: Francine Van Hove