La primavera se acerca lo presiento porque las neuronas se reunen alborotadas para celebrar la entrada de la estación mas hermosa. Es para disfrutar de la bonanza del tiempo, para hacer planes y recuperarse de largo invierno. El organismo se adapta al relajamiento para disfrutar de este descanso que dan los días de Semana Santa haciéndonos sentir mas vivos, mas abiertos para recibir todo lo que la vida nos tiene preparado.
El álgido invierno se aleja, la vida despierta en mi interior lo siento, los árboles dejan ver sus tímidos brotes deseosos de sentir el tibio sol para hacer brotar con mas fuerza sus verdes hojas y flores.
En las mañanas las gotas de rocío temblorosas resbalaban de las hojas para caer al suelo y con su humedad hacer brotar nueva vida de las semillas que la tierra acoge, es una sensación única y maravillosa, las hierbas comienzan a cubrir el campo, seguras de poder crecer sin miedo llenando la campiña de vida.
Una bella sensación recorre mi cuerpo llenándome de emoción, haciéndome sentir como la savia recorre cada poro de mi piel. El campo huele a tierra mojada, a viento que lleva perfume a azahares entre melodías de pájaros que afinados cantan….
Altas nubes anuncian la primavera,
sus colores se dibujan en la naturaleza
los almendros ya han florecido
y el campo viste su traje en perfecto sincronismo.
Perfumes rotundos
anegan todo el paisaje
con aromas a tomillo,
manzanilla, espliego, romero…
Las mariposas alborozadas
revolotean en su vuelo de flor en flor,
entre olores dormidos y silencios enredados,
el corazón lleno de paz
palpitando en mi pecho.
El alma dormida descansa
sobre la verde pradera
rebosante de belleza,
una espátula danza
impregnando de color
un lienzo inmaculado
que impaciente espera
para ir dibujando
bajo la pausada brisa
entre pinceladas de luz,
todo lo que el alma expresa.
Caminos de amaneceres
van despertando a la vida,
para emprender nuevas metas
bajo un cielo
que desgrana gotas
de fina lluvia
con olor a primavera
que invitan a caminar,
murmullos
llegan del mar
con sueños
de lejanas lontananzas.
Sneyder