Hay un
río susurrante
que
desciende por montañas,
va
pregonando
la
rudeza de la tierra,
La
caricia sobre la brizna de hierba,
mientras
la brisa
va
deshojando los árboles.
Entre
suspiros atardecidos
observo
el preludio del crepúsculo
sobre
el mar,
Quedan grabadas sobre el olmo
letras que duermen y recuerdan
aquel amor de juventud,
dos iniciales
y un amor que perdura
sobre la melancolía
palpitante del otoño.
El amor se acurruca entre
los sueños y el reloj del tiempo.
Hay besos que florecen
y anudan tequieros.
Adagio de otoño
que siembra melodías,
suspiros de colores
que silenciosos entretejen
el amor de toda una vida.
Sneyder C.
Pintura:Fabio Cembranilli - Celia Naranjo - Ramon Manzañido- Laurentino Marti -