En la quietud de la estancia,
se deslizan susurros de versos,
quebrando el manto de silencio.
Solo, en contemplación profunda,
un blues susurra secretos al oído,
compañero fiel de este instante,
mientras la lluvia, en su danza etérea,
besa el cristal, arrullando sueños
de nocturnos empapados.
Los poemas fluyen, los versos
se desbordan, llenando el espacio.
Anhelo impregnar mi ser
de fragancias, que ávida,
va tejiendo la existencia
en manto de tierra y ensueño,
en esta tarde de invierno.
Allá, donde la espuma marina
acaricia las rocas, sedienta de pasión,
aguardan los rapsodas nocturnos,
de una dama que en vigilia,
sueña, junto al cristal
de tu sorrisa.
Sneyder C.
7 comentarios:
Realmente precioso, se lee con ilusión porque empieza bonito y va in crescendo. Un abrazo
Versos llenos de ternura, felicidades.
Un abrazo.
Hermoso poema. Besicos
Te ha quedado precioso. Besos
Un susurro para los sentidos es tu poema. Delicadeza y romanticismo.
Me encantó, igualmente la pintura que le acompaña.
Un abrazo Sneyder, y feliz día.
Caty, esos rapsodas nocturnos entre las rocas y las olas del mar te van prestando su inspiración y su fortaleza. La naturaleza nos susurra su maestría y sabiduría, es cuestión de escucharla atentamente y dejarnos llevar por su voz, que nos abraza y nos hace sentirnos parte del misterio de la vida...Me encantó tu poema, inspirado y mágico, amiga.
Mi abrazo entrañable y me alegro mucho de que sigas cerca de todos nosotros, Caty.
Bonito poema. Un abrazo
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