Historias del desván

Al llegar a la puerta del desván el corazón le latía inquieto, el misterio y la fantasía habitaban dormidos entre sus rincones creando una atmósfera especial,todos los misterios que supuestamente había estaban arrinconados por los polvorientos rincones de la buhardilla haciéndola sentirse inquieta. 

Cada vez que regresaba de vacaciones al pueblo Melissa subía  esperando encontrar algo nuevo que le sorprendiera, había tantos baúles, estanterías, que estaba segura que nuevas historias saldrían a su encuentro. Era como volver a al pasado,  todo lo que allí se alojaba le llevaba a vivir historias de las personas que un día habitaron ese lugar y guardaron sus cartas, libros, pensamientos, escritos, poemas…

Las tardes de verano cuando el calor se dejaba sentir con toda  intensidad  subía sigilosa al desván esperando descubrir los secretos que guardaba, en una estantería había libros enmohecidos por el tiempo, curioseando llamó su atención una carpeta, al abrirla un viejo libro con páginas amarillentas se encontraba entre hojas de poemas y algunas fotos de un joven que se encontraba ante un caballete pintando, muchas preguntas se hacia; quien era, porque estaban guardadas las fotos, era un familiar lejano o puesto a imaginar alguien que estuvo enamorado de algún pariente lejano. 

Entre sus hojas  encontró una acuarela, la historia despertó su interés de inmediato era de una joven rubia, el retrato no estaba firmado y su curiosidad le llevó a imaginar. El libro donde la encontró era de poemas, su titulo “Junto al amor” los poemas eran como si el que los escribió fuese una especie de observador callejero y reflexivo en el que sus letras iban dirigidas a su musa, al amor más o menos permitido de la joven del dibujo que entregaba el placer a un cuerpo amado. En el reverso estaba escrito un poema quizás dedicado a la joven de la pintura.

El poema era de Kavafis, eran momentos que pueden volver a pasar, los mismos instantes nos hallan, nos dejan y nos envuelven en un halo de curiosidad.

Vuelve

Vuelve otra vez y tómame,
amada sensación retorna y tómame –
cuando la memoria del cuerpo se despierta,
y un antiguo deseo atraviesa la sangre;
cuando los labios y la piel recuerdan,
cuando las manos sienten que aún te tocan.
Vuelve otra vez y tómame en la noche,
cuando los labios y la piel recuerdan…

La tarde declinaba en el horizonte el sol se arqueaba sobre el mar, un aire entraba por la ventana calinoso impregnando la piel de humedad…Melissa seguía sentada queriendo descifrar quien podría ser el autor del dibujo, las letras sobre el amarillento papel eran como una sinfonía de esperanza, de vida en común y amor que se deslizaba como alegre música. 

Caty S. 2017

Sneyder C.
Pintura:María José Aguilar- Ricardo Renero