Historias de un tiempo lejano... La buhardilla.

Era tiempo de vacaciones Melissa y su familia se habían marchado al pueblo a pasar las fiestas de navidad, deambulaba esperando encontrar algo que le sacara del aburrimiento, su busca le llevo a la buhardilla. Al entrar sintió como si mil historias estuvieran esperando que las descubriera para salir de su letargo, sentía una gran emoción porque el lugar estaba repleto de manuscritos, recortes de periódicos, un mundo por descubrir que le apasionaba…Se dirigió a un viejo estante lleno de polvo que silencioso reposaba desde hacía muchos años, las viejas maderas carcomidas y roídas por el paso del tiempo  quizás guardaran en su interior secretos, historias de un tiempo lejano casi perdido en el tiempo… 

Abrió con sumo cuidado el cajón y fue sacando papeles, cartas y pequeños recuerdos, las cartas llevaban escrito el año finales de mil ochocientos, la persona que las había escrito había sido reclutado para ir al conflicto bélico de Cuba…Comprobó que iban dirigidas a la madre de su bisabuela por alguien que debía de estar muy enamorado de ella a juzgar por las cartas que le escribió. Se sentía una entrometida metiéndose en vidas ajenas, pero la curiosidad era tan grande…

Eran cartas llenas de amor de añoranza y desesperación, un amor que crecía en la distancia, los enamorados estaban sumidos en la tristeza sentían la impotencia al pensar que quizás nunca volverían a verse. Su recuerdo, era lo que en días de soledad no le hiciera perder la esperanza.

El tiempo pasaba viendo la vida como proyectaba sombras en el cielo a través de sus lágrimas, aquel adiós que se dieron había dejado un vacío pero también la confianza de volver a encontrarse algún día.

 

La noche llego sin apenas haberse dado cuenta al estar abstraída en la lectura de tan bellas cartas. Melissa al ir leyéndolas pensaba el gran amor que en la distancia vivían  y se preguntaba a quien podrían pertenecer aquellas palabras escritas que llegaban a tumbarla y llenarla de emoción, las lágrimas brotaran de sus ojos ante el amor que se percibía en ellas.Las horas pasaban, era madrugada cuando termino de leerlas.

El frío viento de diciembre sacudía con fuerza el árbol del patio, las hojas temblorosas se desprendían como queriendo sumarse a esos sentimientos que estaba sintiendo Melissa.  A la mañana siguiente se levanto decidida a preguntar a la abuela por Javier, quería saber quién era, si era alguien de la familia, si había vuelto… Al preguntárselo una sonrisa ilumino su rostro… 

El volvió cuando la nieve hacia su aparición y la esperanza se fundían junto a los blancos mechones de nieve, era tiempo de anhelos de encuentros de familiares y amigos. Volvía…La larga espera había terminado.

La abuela ya había cumplido noventa y cinco años pero la memoria la conservaba y no podía olvidar la historia tan bella que vivió su madre, un gran amor que quedo reflejado en su larga vida junto a Gustavo su padre.  
La curiosidad de Melissa le hizo conocer a través de las cartas encontradas en el desván, la hermosa historia que vivieron los padres de su abuela.

Sneyder

(Este relato hace tiempo que fue escrito, hoy revisando papeles lo encontré y me ha parecido acertado para estas fechas)

Sneyder C. 12.2013
Pintura: Isabel Gerra - Caude Monet - Carlos Boveri -