Escuché una vez decir… Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre y la vista más amplia y serena.
La noche cierra su puerta
para dejar que la oscuridad se aloje
y un jardín de estrellas
venga a jugar en su cielo
despertando los sentidos
que un día estaban dormidos,
mira al cielo, el corazón la siente.
Por la casa vacía camina en silencio,
siente su sombra junto a la suya
acompañando el recuerdo
que el viento arrastra en el silencio,
sus manos tiemblan,
siente los bellos momentos
que quedaron en su memoria.
La noche trae suspiros
sobre la almohada
que van peinando sus blancos cabellos.
Las palabras se deslizan
como nieve que se funde en las montañas
y van llenando su corazón de escarcha...
Olas negras lo llaman, le golpean despiadadas.
Su corazón se ha dormido y un abismo de silencio
deja caer sus lágrimas, esperando reencontrarla.
Todo se acaba, vuelve a nacer la esperanza,
el hombre inerte renace, la noche se vuelve luna
mueren las horas y se despierta el alma…
Los dos felices se encuentran...
En su ultima morada.
Sneyder
21/11/2016
Sneyder C.
En el amor no se trata de quien diga te amo primero, sino de quien sostiene ese “te amo” hasta el final.